Papá Noel y sus renos o los Reyes Magos visitarán las casas de niños y niñas de todo el mundo, entregando regalos y comiendo leche, galletas, zanahorias o pastel. Los adultos sabemos que esto no es cierto pero… ¿hacemos lo correcto diciéndole a los niños lo contrario? Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y de la Universidad de Nueva Inglaterra (Australia) sugiere que esta pequeña mentira puede hacer que los niños desconfíen de sus padres y podría afectar a sus creencias morales.

Todo parte de la base de que desde muy pequeños les decimos a los niños que mentir está mal y que decir la verdad es lo correcto. Sin embargo, ¿cómo les afecta esta enseñanza moral una vez que descubren que los Reyes Magos o Papá Noel son en realidad los padres y que les han mentido todos estos años?

«La moralidad de hacer que los niños crean en tales mitos tiene que ser cuestionada. Todos los niños eventualmente descubrirán que se les ha mentido constantemente durante años, y esto podría hacer que se pregunten qué otras mentiras les han dicho», explica Christopher Boyle, coautor del trabajo.

«Si es correcto hacer que los niños crean en Papá Noel o en los Reyes Magos es una pregunta interesante y también es interesante preguntarse si mentir de esta manera afectará a los niños de maneras que no se han considerado pues los niños pueden cuestionar a los padres como guardianes de la sabiduría y la verdad», continúa Boyle.
«Parece que al regresar a un mundo de fantasía, hay un consuelo en poder volver a entrar brevemente en la infancia, lo cual fue una experiencia mágica para muchos. Un tiempo en que la imaginación fue aceptada y alentada pero que se pierde en el espacio y el tiempo de la edad adulta», comentan.

El estudio ha sido publicado en la revista The Lancet Psychiatry.