En la cadena de la vida:
El rico vive del pobre, el policía dice que cuida a los dos.
El ciudadano común se cuida de los tres.
El trabajador mantiene a los cuatro.
El vago vive de los cinco.
El comerciante comercia con los seis.
El abogado enreda a los siete.
El cantinero emborracha a los ocho.
El cura absuelve a los nueve.
El doctor cura a los diez.
El sepulturero entierra a los once.
El partido de turno gobierna a los doce.
El presidente engaña a los trece y a su vez …
al rico lo hace mas rico.
Al pobre lo hace mas pobre. Al mediocre lo hace imbécil.
A los imbéciles, los hace ministros, diputados, senadores, y así dejan de ser pobres.

Pero por si sirve de consuelo, en estos países solo seis personas tienen problemas:
Yo, tu, el, nosotros, vosotros y ellos.

La vida del ser humano esta plagada de constante futilidad, no importa cual sea tu status, ni cuales sean tus metas, si las alcances o las persigas perpetuamente, tarde o temprano te darás cuenta que la vida es un esforzarse tras el viento. “Porque somos una neblina que aparece por un poco de tiempo y luego desaparece (Santiago 4:14)